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martes, 22 de noviembre de 2016

LA FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA PLANETARIA


         29-07-2016.-

         Anclajes permanentes se vienen produciendo desde el Sol a la Tierra promocionando un nuevo estado de Luz en la vida planetaria. El Corazón de la Tierra integra las energías solares (etéricas y espirituales) entrantes y así va aumentando, progresivamente, su aura irradiativa solar interna (crística), hasta abarcar los confines del aura etérica, astral y mental planetaria. Tal desarrollo, el del aura solar planetaria, aún está en desarrollo.
         La radiación solar planetaria ha permanecido mayormente dormida, en un estado estacionario hasta ahora durante el progreso evolutivo, debido a que la Tierra ha ido desarrollando por pasos Su Conciencia a través de sus reinos de vida, vitalizando y actualizando las potencialidades de la conciencia en cada plano. Por este motivo el proceso evolutivo del planeta, es decir, la formación de la ‘conciencia planetaria’, se ha ido construyendo de a poco a través de las eras (y aún está en proceso), comenzando por la vida mineral, la cual durante millones de años manifestó el desarrollo de “la conciencia físico-química” (con sus manifestaciones en los estados sólido, líquido y gaseoso). Esta etapa recapituló evoluciones anteriores del Logos en la vida física, y, una vez actualizada la conciencia mineral, la Tierra entró en su etapa de actualización y desarrollo de “la conciencia etérica” a través del surgimiento del reino vegetal, que ocupó también millones de años hasta cubrir la Tierra del verde de este reino de vida. La vitalización del “aura etérica” del planeta debe su estado de desarrollo, con su sólido entramado de vida etérica, al reino vegetal. El “aura astral” se vitalizó tomando un estado de especial desarrollo con el surgimiento y progreso evolutivo del reino animal. Aquí el instinto animal de todas sus especies formó un entramado de energía astral adecuado (aunque no completo). Fue con el advenimiento del reino humano como el aura astral planetaria alcanzó un entramado de energía más acabada, pero el desarrollo prosigue…
         El “tejido-humanidad” aportó al aura planetaria una energía especial hasta el momento no emanada por ninguno de los reinos de vida inferiores: “Manas”, el fuego mental, vitalizando así el “aura mental” global. Es decir que hasta que no apareció el homosapiens  y desarrolló sus capacidades mentales (lo cual aún está en escalonado proceso) no hubo en el aura terrestre un entramado global de energía mental con “cualidad”.
         Cierto es que las Jerarquías de Venus y otras Hermandades del espacio exterior que llegaron a la Tierra hace mucho tiempo aportaron esencias necesarias para el planeta, pero todas las esencias del aura terrestre debían llegar a ser fortalecidas y autosostenidas por la propia vida planetaria, convirtiéndose así la Tierra en su propio “Laboratorio autosustentable de vida y conciencia”.
         Todo este proceso de evolución con el desarrollo de las especies y reinos de vida tiene que ver con el desarrollo armónico y completo del AURA PLANETARIA.
        
         El aura del planeta era, al comienzo de la evolución, como una “burbuja transparente”, sin color o cualidad, donde en su centro existía un núcleo de fuego ardiente que con el paso de miles de millones de años solidificó los gases cercanos al centro formándose así una costra sólida (acuosa al principio). Así apareció el planeta físico, que completó su masa actual con la atracción de meteoritos durante millones de años más. Finalmente la Tierra se vio como una esfera material (con un núcleo ardiente) dentro de una gran burbuja sutil transparente. Entonces el Espíritu Planetario generó oleadas de vida elemental que produjeron los reinos de vida mineral, vegetal, animal y humano, y cada reino de vida aportó color y cualidad a la “burbuja transparente”. Así se fueron formando, con la evolución de todos los reinos de vida con sus procesos y progresos, las diferentes “bandas áuricas” o “esferas de vida áurica” del planeta. Cada banda áurica posee color y cualidad especial y está asociada a planos de existencia.
         En forma similar a como sucedió en la Tierra sucede con el alma humana, siendo la misma, al comienzo de la evolución, una ‘burbuja transparente’, la cual, al paso evolutivo, después de múltiples experiencias de reencarnaciones sucesivas en la materia de los mundos inferiores, comienza a integrar ‘cualidad’, hasta llenarse de vida. En la fase final del desarrollo humano esa inicial “burbuja transparente” (virgen) se ha transformado en una espléndida y colorida aura llena de luz autoconsciente, siendo cada color una especial cualidad de Sabiduría adquirida.
         El desarrollo del alma humana es análogo al desarrollo del planeta, se corresponden y relacionan durante la evolución, y la Tierra no puede desarrollar su aura más allá de la posibilidad permitida por la misma vida que generó con sus especies y reinos. El reino humano y el dévico suministran a la Tierra su banda áurica superior, la que aporta y promete aportar nuevas cualidades actualizando y vitalizando nuevos planos para su Aura global.
         El plano búdico está aún en desarrollo en el aura terrestre y es pobre por ahora la porción de los hombres que están desarrollando su Buddhi (su aspecto crístico) como para que el planeta pueda formar su aura búdica en forma estable y sólida. Por ahora un grupo menor, compuesto por almas iniciadas, contribuyen al mantenimiento del naciente Buddhi Consciente Planetario.
         Los Anclajes Solares que vienen sucediendo van poco a poco activando el Buddhi planetario global al impactar en su Sol Central, su Logos, y también en el Buddhi de la constitución humana, pero solo los maduros y sensibles en conciencia pueden seguir esta vía de desarrollo por el momento. La futura humanidad de 6° Raza permitirá un entramado más estable y luminoso del Buddhi planetario.
         Todo está en marcha y estos informes dan un bosquejo de comprensión a quienes vienen trabajando internamente.
         Mediten en lo transmitido hasta ahora.
         Que la Paz os compenetre y os vuelva “conscientes”.


Sol Planetario.